Te cuento ahora, en forma de resumen, cómo fue la primera inversión inmobiliaria que realicé, para que tengas como ejemplo mi propia experiencia.
Firmar un Contrato es sencillo, pero hay que saber qué se firma y qué tipo de contrato hacer en cada operación.
Y parecía sinceramente que todo iba genial, sobre ruedas, hasta que llegaron problemas. Problemas que me he dado cuenta con el paso del tiempo, que siempre van a existir, porque nunca vas a tener el 100% de las cosas controladas, es imposible.
Lo importante es saber minimizar esos posibles problemas, y tener los conocimientos y la cabeza en su sitio, para poder afrontar esos problemas y solucionarlos.
De esos se trata ser inversor inmobiliario, de solucionar problemas. 
Y la verdad, que en esta primera operación….me paso de todo!!!! Pero de todo todo, desde problemas técnicos, burocráticos, administrativos, comunidad de vecinos, registro de la propiedad… y ¿sabes qué? ¡Que me alegro un montón que me hayan pasado!
¿Y dirás y por qué te alegras tanto?🤨
Pues muy sencillo, porque ni te puedes imaginar lo que aprendí, la de horas y horas (bueno más bien semanas) que me pasé leyendo normativa técnica, legal, hablando con la abogada, con el arquitecto, registro de la propiedad, ayuntamiento, notarios…vamos que literalmente me hice un máster inmobiliario con esta operación.
Aun así con todos estos problemas, logré obtener una rentabilidad en menos de 8 meses del 14,5% 💰, así que fue todo un éxito, y como te digo con unos conocimientos brutales, de los que puedes aprovecharte contando conmigo en una mentoría privada entre tú y yo, donde puedes ahorrarte decenas y decenas de horas de aprendizajes y malos ratos.